Cevisama: el momento de la verdad

EL MOMENTO DE LA VERDAD…

En esta tarde fría y lluviosa de principios de febrero, momento que elijo para escribir este post, siento el típico cosquilleo, las mariposas en el estómago que anticipan la llegada de un acontecimiento importante, donde te enfrentas al resultado incierto de lo que yo llamo el MOMENTO DE LA VERDAD.

Estamos tan sólo a un fin de semana de la inauguración de Cevisama, para la gran mayoría de empresas que formamos el tejido empresarial cerámico de Castellón se acerca una de las fechas importantes de este curso, una cita en la que mostraremos el fruto de meses de trabajo y esfuerzo que se someterán al veredicto de nuestros clientes actuales y potenciales y que siempre nos genera la misma duda ¿habré acertado con las novedades que voy a presentar? ¿van a valorar mis clientes la propuesta creativa de mi empresa?

Pero, ¿es el momento de volver?

Los que ya llevamos muchos años en el sector recordamos los días de vino y rosas, en que Cevisama era una feria de boato y derroche, con stands enormes donde las paellas gigantes y los espectáculos musicales daban a la feria un carácter más bien lúdico que de negocios. Fue un momento de esplendor en que Cevisama llegó a plantar cara a la poderosa Cersaie, con un recinto ferial mucho más moderno y una ciudad muy preparada para atender la llegada masiva de clientes y expositores.

Con la crisis del ladrillo llegó la depresión y fueron muchas las empresas que dejaron de participar en Cevisama, de hecho, en ediciones no muy lejanas, una sentía una mezcla de tristeza y desazón al recorrer los pasillos de la feria, muchas veces vacíos de  público o, lo que es peor, acotados por módulos de aglomerado negro que delimitaban espacios, intentando disimular los metros vacíos que la feria no consiguió llenar con expositores.

El resurgir de Cevisama parece innegable, a pesar de que la feria en todos los años grises ha intentado transmitir una imagen de optimismo que animase a la participación, las cifras y, sobre todo, las sensaciones de la última edición, han animado a muchos a volver o a participar por primera vez, aun así, la pregunta para los que volvemos es ineludible ¿habré acertado en volver?

Inversión versus retorno

Antaño era innegable la rentabilidad y la conveniencia de acudir a ferias. En la época pre-Internet eran la manera más rápida de presentar novedades y acercarlas a nuestros clientes, pero las cosas cambiaron: por un lado, con la crisis vino la obligación de hacer bien los números y valorar el retorno de cada inversión en marketing; por otro lado, el desarrollo de Internet revolucionó la manera de presentar nuestras novedades a los clientes, permitiendo incluso la realización de campañas de lanzamiento muy rápidas y efectivas a un coste infinitamente menor que el de las ferias .

Si nos preguntamos si merece la pena volver la respuesta no es fácil, sin duda el esfuerzo económico de participar en una feria es muy importante, pero la oportunidad es innegable: los esfuerzos de la feria por atraer clientes de calidad y por promocionarse en el extranjero, unido a la dinámica positiva del sector, hacen que merezca la pena probar. El retorno exacto no lo sabremos ni es fácilmente cuantificable pero lo que parece claro es que el momento es ideal para intentarlo y de que no sólo para las empresas expositoras sino para la propia feria, se acerca EL MOMENTO DE LA VERDAD.

Begonya Segura_Dune

Autor: Begonya Segura